Hay muchos animales que están en peligro de extinción, uno de ellos es el lince iberico debido a que hemos ido destruyendo su hábitat natural. Su nombre proviene del griego de la palabra Linceo, que era un ser mitológico que podía ver a través del agua y de los objetos sólidos. En un lenguaje más coloquial se le llama el Gran Gato.
El lince es un mamífero solitario que puede llegar a medir un metro treinta, tiene unas patas largas de unos sesenta centímetros, que terminan en unas potentes uñas ganchudas. Pesa entre 12 y 14 kilos, siendo las hembras un 20% más pequeñas. Su pelaje de color grisáceo con manchas le ayuda a confundirse con el paisaje. Podemos describirlo como un animal elástico, silencioso y de músculos poderosos.
Su hábitat son los bosques mediterráneos donde predominan las encinas, madroños, brezos y densos matorrales. A la vez necesita claros, explanadas de hierbas y piedras para cazar. Su alimentación es de 750 a 1000 gramos diarios. Sus presas preferidas son los conejos aunque igualmente puede cazar jabalíes, peces y aves acuáticas. Su método de caza es por espera: se pone de forma vertical en los matorrales y pastizales. Una vez divisada su presa se desliza a ras del suelo, de forma silenciosa hasta que caza a su presa, normalmente de un gran salto.
El motivo de que existan pocos ejemplares es, como ya hemos mencionado, la destrucción de su entorno natural y las fuertes epidemias que han hecho que también haya pocos conejos en los montes.
D.A. (5ºA)
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