“Los
cuentos contados con afecto, ayudan a sonreír”.
Para él los cuentos no tienen edad
"desde hace siglos se escribían más para los mayores que para los niños,
lo que ocurre es que con el paso del tiempo, algunas culturas y sobre todo la
industria ha ido adaptando y modificando los cuentos para el público
infantil". Pero lo cierto, es que para Anselmo "los cuentos ayudan a los
niños a ver el mundo desde la fantasía y a poder interpretar aquellas cosas que
ellos muchas veces no saben entender".
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