El día 29 de mayo clausuramos por este curso escolar la innovación educativa realizada en torno a “grupos interactivos”.
Basado en el proyecto
de “Comunidades de Aprendizaje”, los grupos interactivos son una práctica
innovadora en la que voluntariado y profesorado colaboran conjuntamente en el
aula, ya que uno de los objetivos prioritarios de las comunidades de
aprendizaje es el de impulsar el aprendizaje del alumnado desde la
participación de todos los agentes y sectores sociales de la comunidad
educativa.
Voluntariado
y profesorado han mostrado a la
Consejería y Universidad el avance pedagógico de esta
organización de aula basada en el aprendizaje dialógico, innovación que se ha
llevado a cabo en las aulas de 1º, 2º y 6º de primaria. Un total de 10 docentes y 15 voluntarios han hecho posible esta
iniciativa cuya finalidad es intensificar el aprendizaje mediante las
interacciones que se establecen entre todos los participantes (alumnado,
profesorado y voluntariado).
Basados en el aprendizaje dialógico, los
grupos interactivos es una organización de aula, en la cual el alumnado se
agrupa en pequeños grupos heterogéneos tanto en género, como en nivel de
aprendizaje u origen cultural. El número de grupos varía en función de las
características del aula y de la edad del alumnado. En cada grupo se realiza
una actividad diferente y hay un voluntario que favorece la participación de todo el alumnado y la interacción
comunicativa entre los mismos para resolver las actividades propuestas. La
función del voluntario no es “enseñar”, sino ayudar para que el alumnado aprenda unos de otros.
Todos los grupos rotan por las diferentes actividades, manteniéndose fijo la
persona voluntaria. El profesorado
coordina las actuaciones del voluntario y el funcionamiento de los grupos, así
como es el responsable de la preparación de las actividades, su seguimiento y
evaluación. Periódicamente el voluntariado y el profesorado se coordinan para
revisar el funcionamiento de los grupos interactivos.
La
participación de familias y otros voluntarios/as de la comunidad fomenta mejores
relaciones centro-familia-comunidad y aumenta la motivación en el alumnado. El
voluntariado está formado por personas con formaciones y experiencias distintas
que facilitan aportaciones diferentes y aporta también un “plus” de solidaridad
y compromiso. La variedad en el voluntariado es muy importante pues, más
diversas son las interacciones con el alumnado y más realidades se abarcan. La
experiencia como centro ha posibilitado que el voluntariado esté formado por
familias, estudiantes de prácticas, maestros jubilados, monitoras del PROA,
profesoras universitarias, etc.
El equipo directivo ha aportado a
Consejería y Universidad la valoración de la experiencia realizada, en la que
el centro escolar muestra su satisfacción y compromiso en seguir impulsando
esta iniciativa.
A. B.
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