Queremos agradecer al autor por sus respuestas a nuestras preguntas, por los ratos que nos ha dedicado y con los que nos hemos divertido mucho. Si hacéis clic en nuestra fotografía, nos escucharéis recitando algunos de sus poemas.
Lorenzo Oliván nació en el año 1968 hace 44 años en Castro Urdiales (Cantabria). Ha estado media vida cambiando sin cesar de casa o de lugar. Lo mejor de los veranos le ha sucedido en la Rioja; lo mejor de sus estudios, en Oviedo; lo mejor de su labor como profesor de lengua y literatura, cerca de Santander; lo mejor de su faceta como traductor, en Navarra con John Keats y lo mejor de la luz lo ha aprendido en Zaragoza. Actualmente trabaja como profesor de Literatura en un instituto de Cantabria. Sus gustos son el jazz y los grandes genios del saxo, el cine y le encanta viajar.
Poeta y crítico literario, es autor de libros como Puntos de Fuga, galardonada con el premio Loewe de poesía, Visiones y revisiones (Premio Luis Cernuda), o el Libro de los elementos (Premio Generación del 27). En Castro Urdiales se convoca desde hace trece años el "Concurso de Poesía Lorenzo Oliván" en el que los niños del colegio hemos participado en todas sus ediciones.
*¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?
De mi infancia recuerdo sobre todo mis juegos junto al mar. Tenía un amigo con el que acabé desarrollando una gran afición por la pesca. Nos hicimos reteles y jaulas y nos encantaba ir a pescar nécoras, quisquillas, pulpos o lo que cayese. Me gustaba además la pesca con aparejo, empatar el anzuelo sintiendo el peligro cerca de los labios y notar, cuando picaban los peces, cómo te telegrafiaban su picoteo a los dedos que sostenía el sedal. También recuerdo vivamente las casetas que construíamos con cartones y ramas en el monte y que eran una especie de santuarios donde nos confesábamos todo los unos a los otros. Es curioso cómo se sucedían los juegos como por épocas: la época del patinete, de la “trompa”, de las canicas, del “hinque”… Jugábamos mucho en la calle. Hoy eso creo que se ha perdido en buena medida. Se prefiere lo virtual a lo real.
*¿Tocabas de pequeño un instrumento?
Estudié algo guitarra, pero no llegué a tocarla nunca demasiado bien. Lo he vivido como una carencia, pues los hermanos de mi abuelo fueron casi todos músicos. Sé que tengo buen oído para las palabras, pero quizás no lo tenga tan bueno para los instrumentos.
*Aparte de la Lengua, ¿qué asignaturas te gustaban en el colegio?
Hasta 2ºBUP (lo que sería hoy 4º ESO) mi preferida era la Historia. Ese curso tuve una profesora de literatura que me descubrió la poesía (creo recordar que se llamaba María Asunción Bonis). Leímos con ella muchos poemas y los analizamos a fondo. Me lo pasaba bien haciendo comentarios de texto, viendo el sentido de las palabras, los mecanismos por los que se volvían expresivas, por los que resonaban. A partir de ahí me volví un adicto del género, empecé a escribir y hasta hoy.
*¿Cuál fue tu primer poema, dónde lo escribiste? ¿Y a qué edad?
No recuerdo cuál fue mi primer poema, pero debí escribirlo con 16 ó 17 años. Era, cómo no, un poema de amor. Muy malo, como todos los primeros poemas.
*¿Hasta qué año te quedaste en Castro Urdiales?
Hasta los 18, cuando acabé COU y me marché a estudiar Filología Hispánica a Oviedo.
*¿Qué canción y cantante te gusta más del jazz? ¿Qué película?
Es difícil elegir. Me gustan los grandes del saxo. Más que canción, diría tres discos o CDs magníficos: “Sound gramar” de Ornette Coleman (en directo gana mucho), “Saxophone Colossus” de Sonny Rollins o “Anniversary” de Stan Getz. ¿Película? Otras tres: “El séptimo sello” de Bergman, “Todos dicen I love you” de Woody Allen y “Retrato de Jennie” de William Dieterle
*¿Qué te inspira a la hora de hacer un poema?
Las pequeñas revelaciones perceptivas de la realidad. La poesía es un gran caer en la cuenta. Lo real de pronto se abre a un doble fondo, a una cadena de asociaciones que sirven para expresar de forma misteriosa tus obsesiones, tus miedos, tus anhelos. Lo que tú eres casi sin saberlo.
*¿Cuál de tus poemas te gusta más?
“Alta noche” (del “Libro de los elementos”). Es en el que estoy más de cuerpo entero y lo escribí casi de una manera sonámbula.
*¿Qué poema te ha costado más?
El último que he escrito: “Contra ese fondo”. No corrijo mucho. Pero de ese he llegado a tener más de una docena de versiones distintas.
*Cuando vas de viaje o vacaciones, ¿te llevas un cuaderno o el ordenador? ¿Cómo te gusta más escribir?
Me llevo más un cuaderno. A ordenador no escribo nunca poesía directamente. Puedo matizar cosas, pero nunca escribo el poema en su primera versión sobre un teclado. Necesito sentir el contacto directo con el papel, como quien toma el pulso a las palabras que va trazando.
*¿Cuál es tu sitio preferido para componer poemas?
El sofá o la butaca de mi casa. Necesito estar cómodo. Al aire libre, donde más poemas he escrito es en las playas. El murmullo del mar me inspira (debería haberlo añadido antes)
*¿Estás trabajando ahora en un poema?
Suelo escribir los poemas de un tirón (o, mejor dicho, de una sentada). El último, ya lo he comentado, se me atravesó y me rondó medio mes, hasta que por fin me dejó descansar y paré de darle vueltas.
*¿Qué escritor te gusta más? ¿Qué te inspira de él?
Juan Ramón Jiménez entre los españoles. Me asombra la forma que tiene de sutilizar la visión de las cosas. De los extranjeros, me quedo con aquellos que casi llegué a somatizar por traducirlos: John Keats y Emily Dickinson.
*Ahora mismo, ¿estás leyendo algún libro? ¿De qué es?
Estoy con la “Poesía completa” de Paul Auster, alguien que me gusta mucho como narrador, pero que no me deslumbra en verso.
*¿Les gusta a tus alumnos leer poesía? A los que no les gusta, ¿cómo les animas?
Hay de todo, aunque a la gran mayoría les suele gustar poco. Yo soy en eso un bastante actor, medio juglar. Ven que lo vivo. Alguno pensará que algo habrá ahí para yo goce tanto y algunos pensarán que se me va la pinza. La poesía no está lejos de las canciones que ellos escuchan. Deberían darse cuenta de eso y entender que poesía y música siempre han ido de la mano.
*¿Te gusta la poesía de Miguel Hernández?
Claro, cómo no me va a gustar. Aunque tengo que reconocer que a los 20 años lo leía mucho más que ahora. “El rayo que no cesa” fue un libro del que me sabía muchos de sus poemas y que me influyó bastante en mis primeros pasos como escritor.
Entrevista a Lorenzo Oliván para “La Ballena”, boletín de la Biblioteca del C.P. Miguel Hernández, Castro Urdiales.
De mi infancia recuerdo sobre todo mis juegos junto al mar. Tenía un amigo con el que acabé desarrollando una gran afición por la pesca. Nos hicimos reteles y jaulas y nos encantaba ir a pescar nécoras, quisquillas, pulpos o lo que cayese. Me gustaba además la pesca con aparejo, empatar el anzuelo sintiendo el peligro cerca de los labios y notar, cuando picaban los peces, cómo te telegrafiaban su picoteo a los dedos que sostenía el sedal. También recuerdo vivamente las casetas que construíamos con cartones y ramas en el monte y que eran una especie de santuarios donde nos confesábamos todo los unos a los otros. Es curioso cómo se sucedían los juegos como por épocas: la época del patinete, de la “trompa”, de las canicas, del “hinque”… Jugábamos mucho en la calle. Hoy eso creo que se ha perdido en buena medida. Se prefiere lo virtual a lo real.
*¿Tocabas de pequeño un instrumento?
Estudié algo guitarra, pero no llegué a tocarla nunca demasiado bien. Lo he vivido como una carencia, pues los hermanos de mi abuelo fueron casi todos músicos. Sé que tengo buen oído para las palabras, pero quizás no lo tenga tan bueno para los instrumentos.
*Aparte de la Lengua, ¿qué asignaturas te gustaban en el colegio?
Hasta 2ºBUP (lo que sería hoy 4º ESO) mi preferida era la Historia. Ese curso tuve una profesora de literatura que me descubrió la poesía (creo recordar que se llamaba María Asunción Bonis). Leímos con ella muchos poemas y los analizamos a fondo. Me lo pasaba bien haciendo comentarios de texto, viendo el sentido de las palabras, los mecanismos por los que se volvían expresivas, por los que resonaban. A partir de ahí me volví un adicto del género, empecé a escribir y hasta hoy.
*¿Cuál fue tu primer poema, dónde lo escribiste? ¿Y a qué edad?
No recuerdo cuál fue mi primer poema, pero debí escribirlo con 16 ó 17 años. Era, cómo no, un poema de amor. Muy malo, como todos los primeros poemas.
*¿Hasta qué año te quedaste en Castro Urdiales?
Hasta los 18, cuando acabé COU y me marché a estudiar Filología Hispánica a Oviedo.
*¿Qué canción y cantante te gusta más del jazz? ¿Qué película?
Es difícil elegir. Me gustan los grandes del saxo. Más que canción, diría tres discos o CDs magníficos: “Sound gramar” de Ornette Coleman (en directo gana mucho), “Saxophone Colossus” de Sonny Rollins o “Anniversary” de Stan Getz. ¿Película? Otras tres: “El séptimo sello” de Bergman, “Todos dicen I love you” de Woody Allen y “Retrato de Jennie” de William Dieterle
*¿Qué te inspira a la hora de hacer un poema?
Las pequeñas revelaciones perceptivas de la realidad. La poesía es un gran caer en la cuenta. Lo real de pronto se abre a un doble fondo, a una cadena de asociaciones que sirven para expresar de forma misteriosa tus obsesiones, tus miedos, tus anhelos. Lo que tú eres casi sin saberlo.
*¿Cuál de tus poemas te gusta más?
“Alta noche” (del “Libro de los elementos”). Es en el que estoy más de cuerpo entero y lo escribí casi de una manera sonámbula.
*¿Qué poema te ha costado más?
El último que he escrito: “Contra ese fondo”. No corrijo mucho. Pero de ese he llegado a tener más de una docena de versiones distintas.
*Cuando vas de viaje o vacaciones, ¿te llevas un cuaderno o el ordenador? ¿Cómo te gusta más escribir?
Me llevo más un cuaderno. A ordenador no escribo nunca poesía directamente. Puedo matizar cosas, pero nunca escribo el poema en su primera versión sobre un teclado. Necesito sentir el contacto directo con el papel, como quien toma el pulso a las palabras que va trazando.
*¿Cuál es tu sitio preferido para componer poemas?
El sofá o la butaca de mi casa. Necesito estar cómodo. Al aire libre, donde más poemas he escrito es en las playas. El murmullo del mar me inspira (debería haberlo añadido antes)
*¿Estás trabajando ahora en un poema?
Suelo escribir los poemas de un tirón (o, mejor dicho, de una sentada). El último, ya lo he comentado, se me atravesó y me rondó medio mes, hasta que por fin me dejó descansar y paré de darle vueltas.
*¿Qué escritor te gusta más? ¿Qué te inspira de él?
Juan Ramón Jiménez entre los españoles. Me asombra la forma que tiene de sutilizar la visión de las cosas. De los extranjeros, me quedo con aquellos que casi llegué a somatizar por traducirlos: John Keats y Emily Dickinson.
*Ahora mismo, ¿estás leyendo algún libro? ¿De qué es?
Estoy con la “Poesía completa” de Paul Auster, alguien que me gusta mucho como narrador, pero que no me deslumbra en verso.
*¿Les gusta a tus alumnos leer poesía? A los que no les gusta, ¿cómo les animas?
Hay de todo, aunque a la gran mayoría les suele gustar poco. Yo soy en eso un bastante actor, medio juglar. Ven que lo vivo. Alguno pensará que algo habrá ahí para yo goce tanto y algunos pensarán que se me va la pinza. La poesía no está lejos de las canciones que ellos escuchan. Deberían darse cuenta de eso y entender que poesía y música siempre han ido de la mano.
*¿Te gusta la poesía de Miguel Hernández?
Claro, cómo no me va a gustar. Aunque tengo que reconocer que a los 20 años lo leía mucho más que ahora. “El rayo que no cesa” fue un libro del que me sabía muchos de sus poemas y que me influyó bastante en mis primeros pasos como escritor.
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