Hace muchos años, en un pequeño pueblo de Galicia, había un niño llamado Raúl, mientras iba a la casa de su abuela Cecilia con quien vivía en lo alto de la montaña, le ocurrió algo asombroso; una manada de perros salvajes atacaron a Raúl. El niño tenía mucho miedo pero justo, pasaba cerca de él un perro callejero que oyó gritos de auxilio y fue corriendo al lugar de donde procedían. Pronto vio a Raúl en apuros y le salvó la vida, pues sin miedo se enfrentó a los perros.
Pronto llegó la policía y claro, al ver a Raúl con el perro
callejero pensaron que le quería morder. Al perro se lo llevaron a la perrera,
pero Raúl que tenía 7 años y no hablaba mucho porque era un poco tímido, se
sintió fatal por no haber dicho que el perro le salvó la vida.
Un poco más tarde el niño llegó a casa y en la televisión salió la noticia de
lo que le había ocurrido, entonces pensó en pedirle a su abuela que le ayudase
en su timidez. Su abuela se emocionó, como era tan grande el cariño de Raúl
hacia el perro, ¡por fin le salió la voz!. Su abuela gritó:
-¡Milagro, milagro el señor está con
nosotros!.
Sin pensarlo más llamó a la prensa, televisón, noticias... Pero sin
dudarlo en un instante, fue corriendo a la perrera pero
el jefe no se lo creía y además era un poco tarde, el perro ya estaba en camino
hacia Asturias donde le sacrificarían. Raúl se marchó llorando, pero el jefe de
la perrera se dio cuenta de que lo que dijo el niño era verdad, entonces le dijo:
-¡Espera, espera!, te creo.
Pronto mandaron de vuelta al camión en el que
iba el perro. Al cabo de 3 horas y 30 minutos, el perro llegó y por fin Raúl le
dio un fuerte abrazo al perro, que por supuesto le llamó Valiente.
Cecilia, la abuela de Raúl acogió al perro en
casa. Raíl estaba deseando que sus padres llegaran y así fue, al día siguiente
llegaron y no se creían lo que les pasó, ni que tuvieran en casa a un perro
pero por supuesto, no se creían que Raúl hablase. Y aquí acaba mi historia...
C.
S. (5º A)
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