-" Me he enterado que nuestro señor el Rey será muy generoso con aquel de sus siervos que sepa resolver el acertijo que él le proponga."
- El hijo inmediatamente dijo a su padre que sí, que él se presentaría ante el Rey y trataría de adivinarlo. Se dirigió a palacio, se presentó ante el Rey y éste le preguntó que si era realmente tan listo como tenía oído, él sabría resolverlo, y que si lo resolvía, él le nombraría su consejero y libraría a su padre de las pesadas tareas del campo.
- Acto seguido, le propuso el siguiente acertijo que se prestaba a la confusión entre una cosa y la contraria:
“Son amigos del invierno, pero les gusta un poquito el calor; parecen dormidos, pero están despiertos; son pequeños, pero grandes a la vez; pueden ser duros y rugosos, pero también tiernos y de cutis liso…Están de pie, pero no tienen piernas ni pies; agarran, pero no tienen manos ni dedos…”
Y añadió el Rey:
-“Rugoso o liso. ¡No puedo ser más preciso!. Si puedes resolverlo preséntate aquí con la respuesta y te nombraré mi consejero y traeré a tu padre a palacio”.
Entonces el hijo del campesino marchó corriendo a su casa, habló con su padre, y luego se dirigió al granero, cogió un pequeño saquito, y metió dentro un puñado de semillas duras y rugosas. Después, un recipiente con agua y una maceta que llenó con la mejor tierra de su huerto. Al día siguiente regresó con todo ello a palacio, tomó las semillas del saco, las enterró en la maceta, las regó y se despertaron, de modo que si estaban rugosas al hidratarse se volvieron lisas, y si duras se ablandaron y germinaron. Poco a poco fueron dejando de ser pequeñas, desarrollando raíces (los pies) y al cabo de varias semanas tallos (las piernas), y en ellos zarcillos para sujetarse (las manos y los dedos), y así estaban de pie, pero sin piernas ni pies y agarradas, pero sin manos ni dedos. El Rey reconoció que había resuelto el acertijo y desde ese día vivieron en palacio muy felices el campesino y su hijo.
¿Sabríais resolver de qué se trata? ¿Quién de vosotros/as podrá decirlo?... En verdad, parece imposible, es como reír y llorar a la vez, pero… ¿a quién de vosotros/as no le ha pasado alguna vez una cosa y su contraria? Leed atentamente la poesía que tenéis debajo y veréis que sencillo y fácil es:
J.Mª.C.
RUGOSO O LISO
Rugoso o liso,
se siembra en otoño
y brota en invierno.
Rugoso o liso,
se come muy tierno.
Rugoso o liso,
de flores muy blancas
cual copo de nieve,
en vaina muy verde
creció en primavera.
Rugoso o liso,
le gusta a cualquiera.
Rugoso o liso
uno junto a otro,
muy apretaditos.
Rugoso o liso,
siempre redonditos.
Rugoso o liso.
“Lee con atención
la estrofa siguiente”.
Uno de sus versos
guarda la solución.
Rugoso o liso,
ya sea en tu casa
o en los restaurantes,
si los quieres probar
te los guisan antes.
¡Qué ricos están!
Rugoso o liso
¡No puedo ser más preciso!
¿Qué serán?
¿Lo has adivinado?
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