En el Taller de lengua, los chicos y chicas de tercero, han realizado una actividad preciosa. Partiendo de una pieza musical, de Albert W. Ketèlbey (podéis escucharla en el vídeo de abajo) han dejado volar la imaginación y han creado un cuento entre todos. Cada uno se inventaba un trocito de cuento para que el siguiente continuara la historia...
Se les mandó escribir en sus casas el cuento, y de todos ellos se iba a seleccionar uno por curso (uno de 3ºA y otro de 3º B) y lo colgaríamos en el blog...
3ºA
El puesto para ser Rey
Érase una vez un aldeano que quería ser Rey. Era pobre. Tenía tres hijos que iban a una escuela de ricos en la que aprenderían postura, modales, etc. También lengua, mates y cono.
Después de las clases para príncipes, se fueron a comer y le contaron a su padre lo que aprendían en la escuela. Luego se fueron al parque.
Había un grupo de niños desconocidos, pero se hicieron amigos del alma. Los tres hermanos compraron una tarta para compartir con sus nuevos amigos.
Al día siguiente, fueron a ver al rey y le preguntaron:
-¡Oh, Majestad! - dijeron los tres hijos haciendo una reverencia.- ¿Cuándo se ira vos, Señor?
-Me iré en tres días- respondió el Rey.
Pasaron los tres días y el aldeano fue al templo chino que era mágico: estaba hecho de fuego. Allí vivía el Rey. Pero había un problema. Había más interesados en ser Rey. Así pues, pelearían y el que ganara sería nombrado nuevo Rey.
El aldeano se puso a pensar en cómo podría ganar. En ese momento, vio un ciervo con una pata atrapada en una trampa para liebres y conejos. En cuanto lo vio, corrió hacia él y le ayudó a quitarse la trampa. Le curó la herida y se hizo amigo suyo. Gracias al ciervo, que con su cornamenta golpeaba a todos los rivales, ganaron la batalla.
Meses después, por la noche, los aldeanos que querían ser reyes, le robaron para vengarse. El nuevo Rey les escuchó y salió con un grupo de soldados.
Entonces, cuando iban a empezar una pelea, salieron los tres hijos del Rey y dijeron a coro:
-¡¡Aquí en China no puede existir Rey!!
-¿Tiene que haberlo!- se quejaron los aldeanos.
-Pues, entonces, visitemos al Alcalde- dijeron los tres hijos.
Fueron a ver al alcalde y este dijo:
-El que sea más alto será el Rey.
Y dio la casualidad que el más alto de todos era el aldeano, el padre de los tres muchachos.
Y así fue como consiguió volver a estar en el trono.
Meses después, por la noche, los aldeanos que querían ser reyes, le robaron para vengarse. El nuevo Rey les escuchó y salió con un grupo de soldados.
Entonces, cuando iban a empezar una pelea, salieron los tres hijos del Rey y dijeron a coro:
-¡¡Aquí en China no puede existir Rey!!
-¿Tiene que haberlo!- se quejaron los aldeanos.
-Pues, entonces, visitemos al Alcalde- dijeron los tres hijos.
Fueron a ver al alcalde y este dijo:
-El que sea más alto será el Rey.
Y dio la casualidad que el más alto de todos era el aldeano, el padre de los tres muchachos.
Y así fue como consiguió volver a estar en el trono.
Elena Golán (3º A)
3ºB
El rapto de la Princesa
Erase una vez una princesa que vivía en un castillo con el Rey. Un día, la princesa y el Rey estaban paseando por el río. De repente, apareció un carro de caballos con dos chinos.
Cogieron a la princesa y la metieron en el río.
Ella no sabía nadar y gritaba: "¡¡Socorroooo, socorroooo!!"
Su padre la oyó gritar. Entonces, la cogió de la mano y la sacó del río.
Había un dragón que persiguió a los chinos, los atrapó y los llevó a su castillo para ser castigados, poniéndoles de cara a la pared.
El dragón, la princesa y el Rey hicieron una fiesta con muchos pasteles y frutas.
FIN.
Vera Hernández Cagigal (3ºB)
Y como se hizo con 3º A, vamos a ver la versión del cuento "El rapto de la princesa" en vídeo...
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