Yo, el lobo y las galletas (de chocolate)
Delphine Perret
Editorial Kokinos
Un día este niño se topó con El Gran Lobo Malo, que ya no es nada de
eso, sino un lobo flacucho y deprimido que no asusta ni por esas. Menos mal que
este niño tiene recursos (y galletas) para ayudarle
Luna
Antonio Rubio / Óscar Villán
Antonio Rubio / Óscar Villán
Editorial Kalandraka
Colección: De la cuna a la luna
La
colección De la cuna a la luna está dirigida a niños y niñas de 0 a 3 años de
edad, para quienes se han diseñado especialmente estos pictogramas poéticos o
poegramas; un término acuñado para designar una nueva modalidad de poesía
pictográfica basada en la búsqueda de un ritmo de lectura que ayude a “educar
el ojo y endulzar el oído” del pequeño lector, como explica Antonio Rubio, el
autor.
La visita de osito
Else Holmelund Minarik / Maurice Sendak
Editorial Kalandraka
A Osito
le gusta mucho ir de visita a casa de Abuela Osa y Abuelo Oso. Tienen la casa
llena de cosas interesantes y nuestro amigo se divierte mucho con ellos, porque
además los dos quieren mucho a Osito. La visita de Osito narra el día en que el pequeño protagonista
de esta serie va a ver a Abuela Oso y Abuelo Oso, con quienes disfruta
escuchando sus historias. El tono coloquial y la espontaneidad de los diálogos,
la inocencia y los buenos modales por parte de Osito, junto con la complicidad
de los abuelos, son aspectos esenciales en el texto, que transmite ternura y
empatía. Los cuentos que Abuela Oso y Abuelo Oso le cuentan a Osito se
presentan como relatos independientes, que se suman al capítulo de introducción
y al simpático desenlace de la visita. La habilidad narrativa de Else Holmelund
Minarik permite hacer una lectura global del libro, en el que se plantean
cuestiones como la libertad o la superación de los miedos, además de poner en
valor la relación entre abuelos y nietos, el diálogo mutuo y la transmisión de
conocimientos y afectos.
Javier
Sobrino / Lucie Müllerová
Editorial Thule, 2016.
A
la hora de comer, Arián a veces no tiene hambre y su mamá tiene que hacer todo
tipo de piruetas para que abra la boca. En realidad tiene que montar todo un
teatro con aventuras y personajes variopintos: desde leones a macacos, o
dinosaurios, hasta payasos y piratas. Todo con un solo fin: que Arián se coma
su plato.
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