El hada triste vivía con un duende en una seta. La seta estaba en un monte en China; no conocían a nadie.
Los padres del hada la dejaron sola porque tenían muchos hijos y eran muy pobres. El hada Lorena era la hija mayor y por eso la mandaron a vivir con unos tíos en China; pero poco antes de llegar rompió un ala y tuvo que aterrizar en un monte. Allí se dió cuenta de que estaba sola y por eso empezó a llorar y llorar. Un duende que pasaba por allí de nombre Eider y un poco gruñón le dijo:
- Oye hada fea, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras tanto? Me está molestando tanto jaleo.
- Perdóname señor duende pero es que me he perdido. Se me ha roto un ala, tengo hambre, frío, sueño y estoy muy triste.
El duende, que por ser tan gruñón no se hablaba con nadie, le dijo que él no sabía volar y que tampoco podía ayudarle porque nadie le quería. Pero que estuviese tranquila. Y le prometió que si dejaba de estar triste él sería un poco menos gruñón y podrían vivir juntos hasta que se curase el ala o encontrasen otra solución.
Pasaron los días y fueron solucionando los problemas del día a día; hasta que un buen día mientras paseaban por el monte se encontraron un pájaro lleno de elfos que eran bomberos y policías; llevaban muchos días buscando al hada Lorena. En medio de ese revuelo llegaron los padres y los veinticinco hermanos de Lorena. Entonces el duende Eider fue el que se puso triste pensando que Lorena le iba a dejar solo.
Finalmente Eider y Lorena llegaron a un acuerdo, vivirían todos juntos en el monte y ninguno pasaría hambre ni estaría triste nunca más.
Y así vivieron todos felices.
FIN
E.F.L. (6ºA)
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