Erase una vez una niña que se llamaba Isoscelesa. Vivía en un mundo donde todas las cosas tenían forma de triángulo. Un día Isoscelesa encontró un triángulo que no sabía para que servía, lo cogió y fue corriendo para su casa.
Estuvo investigando lo que podía ser, pero no encontró nada. Entonces decidió ir a su mejor amiga Cuadradina. Esta vivía al otro lado del rio, en el país de los Cuadrados. Este no tenía nada que ver con el suyo, todo estaba formado por figuras de cuatro lados, incluso había unos habitantes que se parecían un poco a nosotros, les llamaban los Rombos. Pues sin pensárselo dos veces cogió la barca y navegó hasta llegar al país de los cuadrados.
Lo primero que hizo al llegar fue asegurarse de no haberse olvidado ese aparato misterioso que se había encontrado. Camino durante diez minutos y llegó a la casa de Cuadradina, era muy distinta a la suya, tocó varias veces al timbre sin que nadie le abriese, no había nadie. Entonces se dirigió a su cole, sabía donde quedaba porque un día la habían invitado a ir. Allí la encontró jugando con sus mejores amigos Trapecia y Trapezoide. Se pusieron muy contentos de verla porque juntos se lo pasaban genial. Ella les explicó el motivo de su visita y les enseñó el objeto que se había encontrado. Sus amigos quedaron boquiabiertos preguntándose para que valdría. Cuadradina tuvo una idea, se lo iban a enseñar a su profe de Música la señorita Rectangulina. Al llegar al aula la seño les preguntó que les sucedía que venían todos sofocados, entonces ellos sacaron el objeto. Rectangulina se quedó muy sorprendida, hacía mucho tiempo que no veía uno igual. Les explicó que era un instrumento musical que utilizaban los humanos en el planeta Tierra y que emitía un sonido mágico. Lo cogió con mucha delicadeza y lo tocó, los niños quedaron sin palabras.
Una vez resuelto el enigma los cuadrados acompañaron a Isoscelesa al embarcadero que volvía a su casa.
Os estaréis preguntando qué fue del triángulo musical. Este se quedo en el cole para que todos los niños pudieran disfrutar de su sonido mágico.
P3A.
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